Te deseo
envuelta en sosiegos,
silente.
muéstrame el atajo
hacia la placentera pasión,
de tu afecto.
te quiero
vestida de suaves matices
para que la alborada
perciba tus insignes primores.
Te quiero,
sumisa y suntuosa,
entre pétalos de rosa.
Convertirte en tierno capullo,
para que la flor de tu amor,
cuando la humedezca,
se inauguré
con el agua pura de mi profundo amor,
regálame claridad y silencio
que yo te espero.
No quiero preguntas,
sólo respuestas.
que únicamente,
me puede ofrendar,
tu cuerpo perfecto de Diosa.