Al escuchar tu voz, mi ser tiende a estremecerse, pensando en todo lo que algún día pudo ser, al pensarte mi cuerpo pide a gritos un suspiro, las lagrimas de mis ojos brotan como una herida recién causada por el peor de los accidentes, y es que me desconcierta el que tú me preguntes si “TE QUIERO”, y es que… a caso ¿nunca te lo demostré?, me haces pensar que las miradas diciéndote todo lo que sentía por ti, las caricias que con tanto amor te daba, los besos que nunca quería que se terminaran, nunca llegaron a expresar todo el amor que en cada uno de los momentos que estabas a mi lado quería expresar…
Todos los días en los que amanezco pensando en ti… tiendo a preguntarme ¿por qué sigo aferrada?, más que un árbol maduro a la tierra, ¿por qué te sigo viendo como el más grande amor de mi vida? Si yo ni siquiera formé parte de la tuya…
¿Será que me acostumbre a todas las palabras que solías decirme, a tus besos que tal vez sin amor llegaste a darme, a las caricias que sin sentir me hacías?
Simplemente es tarde para recordar todo, para querer regresar todo lo que “algún día tuvimos”, para demostrarte todo lo que siento…
Lo último que escribiré para ti será esto…
Te recuerdo cada instante,
Aunque cada vez más te siento distante.
El murmullo de tu voz retumba en mí ser,
Aunque sé que lo nuestro jamás podrá ser.
El roce de tus labios nunca podré olvidar,
Lo único que puedo hacer es recordar,
La ansiedad de tenerte aún más cerca de mí
Hace que mi vida ya no pueda seguir.
La distancia para mí no es impedimento,
Aunque para ti sea más que perfecto.
¿La distancia podrá acercarnos?, o mi cuerpo tendrá que buscar otros brazos en donde verdaderamente pueda olvidarte, como tú lo has hecho....