TARDE NUBLADA
Una tarde en que nublaba el día de tristeza muerta…
me senté en el aire, buscando un ‘porque’…/ a tanta tristeza;
y sentí que nubes cargadas de agua tomaron mis ojos
y sobre mi alma comenzó a llover, no sé de que cielo.
Mojando mis flores, y el papel que daba
vida a mis palabras,
se mojó el amor, la vida, los sueños,
todo se empapó.
Y yo confundido/ por aquella lluvia
que no había pedido,
me empecé a secar;
pero ya era tarde/
porque aquellas lagrimas, las sorbía el sol
y brillaba tanto,
tanto, tanto ,tanto/ que a mi alrededor…
Ya no había lluvia,
todo había cambiado,
jardines nacían y un hermoso lago/
de llanto quedó,
y aves volaban, ardía la vida/
con mas esplendor.
Y yo sorprendido, comprendí que el llanto
a veces es mejor,
porque aunque es amargo
alimenta el alma,
y riega las rosas/ que se han marchitado
por algún dolor.
Y después de eso… descendí a la tierra/
envuelto en sonrisas,
mi cara lavada
y en mi corazón,
cargaba alegría,
alegría de nubes,
de nublada vida,
de tristeza muerta
y desilusión…
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