Se me escurre la vida entre los dedos,
ya no brilla mi sueño americano;
me volví con los años un anciano
sumergido en dramáticos enredos.
Mi esperanza arrastró sus fuertes ruedos
de inmigrante ilegal, no de villano.
Yo soñaba con ser un ciudadano,
no viajero desecho por sus miedos.
Un país de culturas encontradas
y extranjeros que pintan su futuro
con la magia fantástica de hadas.
Con el tiempo se rompe su conjuro,
solo algunos con metas alcanzadas,
pues el resto descubre el lado oscuro.
Copyright © 2011 José Luis Calderón
Poesía Agridulce Salpicada de Esperanza.
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