Empezare por desnudarla y le hare el amor sin pedir permiso,
sé que comienzo con el final,
pero la conozco y sé que ella me pertenece.
Indagaré el espacio que me ha escondido
y después me enamoraré…
le pediré que platiquemos y le daré el porqué.
Quizás después le pida algún consejo al viento,
necesito ideas liberales para la seducción y el deseo.
Jugaré con su frialdad y desconcentrare a su guardián
robare un beso de sus prejuicios
y oleré el pelo de sus conflictos.
Cuando ella se haya enamorado de mí
hablare con los dioses para que la liberen,
la llevare a conocer el cielo y a las nubes
bailaré con ella toda la noche
y besaré su frente, sin ningún reproche.
Escucharé su canto y no criticare su encanto,
animaré a que su instinto aprenda el arte de la seducción
y la llevaré a comprar ropa de introspección.
Disfrutaré el momento y de nuevo le haré el amor,
la llevaré al etéreo espacio de la reconciliación
al fin y al cabo, nos pertenecemos las dos.
Le juraré amor eterno sin fascinación
le hablaré del narcicismo y de la contaminación.
Al final abriré la puerta de mi corazón
y ella estará sentada viendo la función.
Cuando entre el alma de la genuina vinculación
le pediré permiso para tener una cita con el amor.