“¿Para qué como un tonto e ingenuo me engaño?
sabiendo muy bien que a diario aún te extraño,
con cada susurro de este viento
que a su paso frío me deja sin ni siquiera un recuerdo de un aliento,
más aun pretendes que de mi mente te borre
si todavía en mi corazón vivo y eterno tu amor recorre,
así que pido no supongas que el pasado no me pesara
porque mi presente me anuncia este silencio ensordecedor que me castigara,
al vivir recordando cada momento de tu hermosa gracia
y morir llorando las lagrimas más crueles de mi difusa desgracia,
y aunque sé que prometí por siempre olvidarte
ten lo más presente que mentí ya que no hago más que amarte,
amarte como el peor errado y mentiroso podrás llamarme
mas te pido no uses aquel bello recuerdo para odiarme,
porque es este mi tonto corazón
que actúa según él alguna vez con la razón,
de volver a tu virtuoso ser y enamorarte
sin saber que no queda más que resignarse a extrañarte.”