I
Antes que el tiempo transcurra y se me lleve
a ese hombre por quien yo guardo respeto
que me enseño con eje,plo es buen camino
que me llevo de la mano cuando niño
y m enseño respetar a Dios y sus designios.
II
Ese hombre es mi padre; y lo pregono
a gritos para que lo escuchen todos que
mo existe otro hombre aquí en la tierra
que se compare a mi padre y su existencia.
III
Quiero escribir este poema embadurnado
de mil colores de alegrías y de lágrimas.
Todos evocan ese recuerdo mío
que lleva mi corazón y grita mi garganta.
IV
y son ocho las vidas atadas por un lazo,
y somos ocho los hijos u te amamos,
todos llenos de unción por ti cantamos
una cancion de amor que en TÏ
nos inspiramos.
V
Y son ciento tres años ya vividos.
t son ciento tres años que han volado.
y son ciento tres años que han dejado
una estela de amor por donde transitamos.
VI
Vive padre y vive para siempre
que esta alegría de tenerte, no se acabe,
que los padres deben vivir para siempre,
para alegría de los hijos que los amamos.
DEDICATORIA
Este poema va dedicado con mucho cariño para sel Sr. Luis Alberto Bravo, por cumplir ciento tres años de vida. A petición de su hijo José Domingo Heras