He volado hasta el infinito del cielo.
caminado por los picos de una estrella.
respirado el aire puro de la luna
y contemplado el vuelo de un cometa.
he transitado por profundas cuestas,
tomado del vino que me ofrecen las flores,
galopado sobre el viento,
sintiéndome heredero de su existencia.
he buscado el diamante más puro,
para regalarle mis sueños,
he delirado por sus besos,
y con el ímpetu de su sangre latina.
Me he perdido entre las fantasías
de este amor maestro,
escuchado la sinfonía del viento
que se convierte en embeleso
cuando en su pasión pienso.
Ella es el agua del río,
que le da vida a mi floresta
y ante tanta belleza
le traigo mi vida transformada,
en poesía.