Triste como el lamento
De la mañana fría
Fue la plegaria de mi voz
Que murió en el último intento
Solo, palpitando por dentro
Como gaviota herida
Agoniza mi corazón
Junto a el yo, sola en mi aposento
Es sangre de nostalgia
Que emana de mi pecho
En este soneto sin alegría
Fue la melancolía
Dardo venenoso ,que atravesó mi aliento
Y a mis poemas le quito la vida