Como todo en esta vida,
con defectos y virtudes
también con sus multitudes,
La Habana siempre es querida,
porque tiene la belleza
que Natura le obsequió
y la que el hombre le dió
la adornan con sutileza.
Todos pueden disfrutar,
cuando pasean sus calles
y contemplar los detalles
que la hacen resaltar.
Su pueblo es singular,
alegre, trabajador
y le brinda lo mejor
para La Habana cuidar.
Así es mi Habana preciosa,
capital de los cubanos,
pues todos somos hermanos
de esta Cuba tan grandiosa.
Vero
01.07.11