“Sinceramente no tiene un precio de tus labios un roce
mucho menos de tus brazos un cálido goce,
pero si aseguro que prefiero vivir unos pocos años con un beso
y no la eternidad sin saber que fue la dulzura de todo eso,
y aunque te atreves a pedirme en silencio el olvido
hoy me rehusó hasta que mi corazón haya esta vez compartido,
porque él está cansado de amar en mis sonetos
los cuales para ti desde hoy ya no serán más secretos,
y así si aceptas esta mi humilde petición
me rendiré a tus pies sea cual sea tu condición,
ya que poseo de un pequeño hilo la que considero mi vida
al igual sería cursar un viaje solamente de ida
entonces sin esperanza ni un fuerte corazón
seria igual que morir hoy después del tiempo sin una razón,
más para ello sé existe una dulce cura
la cual son tus labios aquellos que calman mi locura,
y aunque sean para mí como un sueño intocables
al igual en mi memoria serán por siempre inolvidables.”