mario horacio

Hogueras

 
Encendiste tus sombras con un fuego rotundo
Y abrevaron las llamas la flor de tu simiente.
Tan leve como un ángel, eterna en un segundo,
Ardiste así bastante, más no lo suficiente.

Perfecta en el tormento, sublime para el mundo,
Si se fueron tus alas, no te alzarás ausente.
Memorias del olvido te guardaran profundo,
Y llenaran abismos para tornarte puente.

Sola, como viniste, te vas en sueños, sola.
Solo humo de cenizas será lo que te siga.
Tan frágiles los llantos, tan débiles las penas.

Si los cielos se alejan y la tierra te inmola,
Delante de tí misma, serás tú quien persiga
Tus sutiles demonios y las culpas ajenas.