Mis pasos rodean la casa vieja,
húmeda de piedra oscura
con madreselvas que trepan
como mi corazón...
hasta los balcones.
Un muro rodea el patio
y entre suspiros descubro
el verdor calcado en el cemento.
Cuántas veces el fresco rocío
mojaba los grandes cristales
y yo besaba el brillo de tus ojos,
que como sangre...
recorría los caminos de mi cuerpo.
Hoy he vuelto ha embriagarme
de recuerdos, la luz de los faroles
mima el sueño de la luna,
en los paseos del jardín
tu mano aprieta la mía
no hay palabras ...
pero sobran mariposas.