No avives giles que luego van en contra
ni ayudes gente que nunca va a salvarte
sé el argentino mediocre de estas horas
el que se ríe feliz de sus alardes.
No te involucres, mejor, estar a solas
ni participes que nadie te da bola
tómate un trago: soberbia y coca-cola
y alto en el ego
finge cantando Aurora.
Si despotricas que sea sólo eso
no vaya a ser, que adquieras compromiso,
mantente cerca mastrándote sumiso
que quien reparte, tal vez, te tire un hueso.
Ser ético, leal, inclaudicable
no es un claro negocio en estos días
porque el que quiere vivir a costa de otros
no tiene clara la ventaja... todavía.