Quiero que esta misiva llegue a ti, mi G.M. como un recuerdo de mi alma porque hoy necesito extrañamente de ti, que eres el apoyo histórico de mis nostalgias.
Quisiera que estés aquí, acortar las distancias, romper el hielo del tiempo y poder refugiarme en tu pecho que mis angustias se dulcifiquen en tu abrazo protector.
Me dijiste que puedo yo tener muchos sentimientos pero que al final del camino siempre estarás con los brazos abiertos con la misma ilusión , con el mismo amor del año 69, en que siendo un par de niños buscábamos encontrar un gran amor el uno en el otro.
Estoy triste sabes, muy triste, nadie es culpable, es la vida, es mi forma de ser, que hace que todo me lastime, que todo me duela. Es mi locura de encontrar el amor ideal que me hace una eterna equivocada. Y,¿qué haces que no ves en tu bola de cristal lo que me pasa?
Pero ya, ya mi G.M. sé que me escuchas y desde que estoy escribiendo ya mi tristeza se va esfumando. Sabes, la reunión tan planificada se dio y fue muy buena pero faltaste tú. A mí me faltó tu abrazo.
Gracias por escucharme desde la ausencia y por depositar en mi alma una gotita de tu ternura.