No sabía que podía quererte tanto
espiarte, imaginarte en silencio
y luego partir, lejos
perdiendo toda esperanza de un posible reencuentro.
No entendía lo que sentía por ti
era imposible descubrirlo
demasiado simple, desconocidamente bello,
tenía miedo de entregarlo.
No podía imaginarme que sería el último beso,
el último abrazo, la última mirada,
que sería nuestro último encuentro.
¡Te extraño tanto amor!
¡¿Cómo ha pasado tanto tiempo?!
¡¿Cómo puedo llevarte tan dentro?!
No sabía que podía quererte tanto.
No sabía lo que era este sentimiento.
Me siento tan sola y tan llena en simultáneo
que a veces un poco enloquezco
cuando otro rostro, otra caricia, otro sueño
te traen junto a mí y te hacen eterno.