No, no me llames “cariño”,
no me sonrías como niño.
Yo quiero tu amor.
Por favor, no me mires así
con ternura, con dolor,
no deseo compasión.
Yo necesito tu amor.
Te ruego, no me acaricies así
por darme consuelo, como amigo,
no me des ese calor.
Yo sueño con tu amor.
No puedo más contigo
compartir algo distinto,
algo tan ajeno
a mi corazón y a mi instinto.
Estar a tu lado es un castigo,
el peor momento del día,
la mayor tortura,
el más despiadado tormento.
Sólo pienso en amarte,
en tenerte conmigo.
No es correcto engañarte,
debo sincerarme,
como tantas veces lo he pedido.
Amor, tú eres mi amor,
has abierto mi corazón,
me has demostrado mi propio valor.
Me duele dejarte,
preferiría morir a lastimarte,
pero es mejor así, debo alejarme.
Perdóname por amarte.