Es invierno y la calle está vacía
sólo circulan los vientos
las sombras y sus lamentos
todo se muestra sin vida
Las piedras miran el cielo
sólo nubes allí arriba
la soledad que fatiga
muestra su cara sin velo
Desde mi casa se escuchan
del aire sus mil crujidos
de los campos en sigilo
las tempestades que luchan
con imponer su cubierta
sobre la tierra mojada
que de agua ya está saciada
la naturaleza yerta
En la sombra, los cristales
de la escarcha matutina
se burlan de la rutina
del astro rey que evaden
No hay motivo para pena
pues nada ha ocurrido
sin embargo por mi cara
ruedan lágrimas cual ríos
Es que es tan triste la tarde
aunque no hubiera llovido
son tan obscuras las piedras
en todo falta sentido
hasta la luz es mezquina
en estos tiempos de frio
la lluvia y la neblina
son las dueñas del hastío
el tiempo se ha detenido
en este agosto de frios
y siento en el corazón
como pedazos de vidrio
La Paz, agosto de 2008, antes de cumplir años