Como dijera Neruda:
"Puedo escribir los versos más tristes...",
pero eso sería mentira,
porque he encontrado, de nuevo,
alguien que, ahora, ilumina mi vida.
Setenta años de vida,
cuarenta y dos de casado,
ocho años de viudez,
y, de pronto, de una vez,
he vuelto a mi pasado,
al encontrar a aquella que fue
mi novia muy querida.
Quisiera devolverme ya,
cincuenta y cuatro años atrás,
para volver a revivir
la preciosa relación
con la que, con ella, viví.
Sé que posible sería,
si ella volver, también, quisiera,
a revivir esa que fuera,
la historia de un amor incierto,
que en el tiempo parecia muerto,
pero que, en realidad, durmiera
y, ahora, a la larga despertó...
Están aflorando en mí,
sentidos que yo, ya olvidado había,
porque mi vida transcurría
lejos de pensamientos idos.
Sin embargo, un día pasó
que en mi alma surgió,
la necesidad de saber de tí;
y al fin yo conseguí
volverte a contactar,
para, nuevamente, constatar
lo que, una vez, por tí sentí.
Perdonarme vas a tener,
si crees que voy muy de prisa...
Tras un recuerdo a amor,
transformado en una brisa,
aquel fuego que antes sentía,
y que en su ceniza apagado yo creía,
seguro que ha vuelto a encender...