Te robas el brillo de dos estrellas
Para lucirlo en tus ojos,
el verde naturaleza para cautivarme.
Poseedora de belleza
Que usas con gran destreza.
Te robas el eco del cielo
Y lo endulzas con suaves palabras.
Ágilmente te apoderaste de la risa del arlequín.
Pero también te robaste mi corazón
Y a kilómetros de ti, me
Cuesta vivir sin ti.
Si supieras el dolor
De tu ausencia
Sabrías lo incesante que es.
Si supieras lo dulce de tu presencia, sabrías
Que alivia cualquier dolor.