Dicha grande es pertenecer,
y ser hijo de tu vientre;
que alimentas con miel de tus flores,
hermoso rocío, tus aves depositan en mis labios…
Déjame retozar en tus hamacas de ixtle,
que tus manos a un tiempo producen,
maravillosos colores visten las cornisas,
de casas de adobe y tejas los techos…
El sonido del tortear de mujeres;
mujeres hermosas, cultivas en tus jardines,
aroma desprende, el café de la olla,
recién hecho al fuego de la hoguera…
Berriozàbal querido, tus noches de luna llena,
y clima templado llena de hojas los patios,
cual rebozos de algodón tus ríos,
tu vida seria, el viento sigiloso lleva…
Tu cielo estrellado me cubre de luz,
que encierra un deseo, del cauteloso
lucero que juega a esconderse,
entre nubes brillantes, de mi Berriozàbal querido…