Todo es nuestro, alma mía.
Cuando tus ojos van a los míos,
y con tu mirada me acaricias
y tus besos arden y respiran
con el alma mía.
Cuando con tu cuerpo
me embriagas en tu aroma
y en momentos como estos
mi alma solo es tuya.
Tu sonrisa me cautiva.
Cuando con tus labios
delicados me castigas
y con tus besos me perdonas,
y luego me matas a besos,
con tu dulce boca.
Eres mía, vida mía,
cuando mis besos
surgen del alma mía.