Tu cuerpo lo veo
blanco a veces;
negro a ratos;
misterioso siempre.
¡Cautivo soy!
Tu eres,
de puro frio hielo blanco;
negro es siempre lo negro;
en ti todo se confunde.
¡Llanto en la noche más amarga!
Tengo vértigo a las alturas,
acantilados en los que rompen las olas de la mar;
rascacielos que besan el humedo asfalto;
¡Ay! Quiero huir de ti y no puedo.
¡ Jardín sin flores en la noche cautiva!