Tú, que me haces ver detalles donde nunca miraba
y sentir el aroma que despide el jazmín
que puedes con tu risa hacer de una mañana
una noche de estrellas y luces para mí.
Tú, que atentas escuchas el cantar de los pájaros
y las voces que de lejos viajan hacia ti
que puedes tocarme y sin decir palabras
de Rubén Daría hacerme un popurrí.
Tú que con tus labios llenos de ternura,
al besar los míos me haces sentir
como si estuviera viviendo en un mundo
que Dios ha creado sólo para mí.
Tú que con tu aroma, avivas las flores
y pintas el campo de un fiel carmesí,
y en mi vida pintas distintos recuerdos
que llenan mi alma con tu frenesí.
Tú que con tu esencia das aroma al viento
lo impregnas de gracia, y de tu andar sutil,
por eso respiro con todas mis fuerzas,
para que estés siempre muy dentro de mí.
Puedo pasar años escribiendo dones
que Dios ha plantado con firmeza en ti
puedo pasar siglos pensando palabras
para describirte como he de sentir:
con más elegancia en mis líneas enteras
con las que seguro te haré sonreir,
con más elocuencia, ternura y grandeza
como te mereces, mi dulce alhelí.