¡Qué ganas tengo de amarte!
de perderme en tu figura,
de embelesarme en tu cuerpo
y morirme de locura...
¡Qué ganas tengo de amarte!
quién pudiera ser tu almohada
o tu cobija pegada a esa piel
que aún no me toca...
¡Qué ganas tengo de amarte!
y cubrirte con mis besos
y con caricias por miles
que se pierdan en tu fuego...
¡Qué ganas tengo de amarte!
de eso no me queda duda
pero yo sé... no es posible
porque me he quedado muda...