La noche infúnebre tira su manto sobre mi frente
Y mi frente pensándote se muere.
Mientras en susurros murmuro la canción de una serenata perdida.
Me pierdo.
Y pienso:
Éstas no son horas de despertar a los que no duermen.
de ponerse a pensar en la noche.
No es hora de que la noche piense en mi soledad. Ni las cobijas en mi cuerpo.
A estas horas tengo los pies fríos, y mis manos pierden su piel. En que mis pies se mueren bajo la calma.
Estas son horas en que mi rostro se duerme mojado, en que cierro los ojos y te amo.
Es la hora en que los tonos pintan infinitos en el cielo.
La noche infúnebre entra en tu ventana. Y tu ventana te susurra mi voz ausente. Te amo...
Permite que la Luna se asome en tus cristales...
que tu cama exhale mi aroma. Que el aroma te abrace con mi cuerpo.
Y siente como vivo a medias. Como revivo con tu cuerpo. Como mi corazón recuerda sus motivos.
Recuerda como Te amo.
Es la hora en que cierras los ojos con el cielo dentro...
Sammantha