Hoy solo quiero ser agua, brotar desde el seno de la tierra como un cristalito viviente, recorrer el mundo en busca de aventuras, cruzar los mares, ser la espuma blanca en la solitaria noche.
Ser agua, si eso quiero, para que alguien me llore, y por sus mejillas cosquillas le haga, y caiga con todos sus lamentos sobre el suelo.
Quisiera ser agua y ensuciarme un poco, de lo que sea y después limpiarme, cruzar por una gran piedra, escavar la arena, y renacer otra vez limpio para ensuciarme de nuevo.
Siendo agua reposaría en un charco, para que un perro me beba o alguien me pise, y sentir que soy vida y suelo, y a quien me pise le mojare el zapato.
Ser agua y que el mundo también me tema, que bajo mi fuerte caída se escondan en sus casas, y huyan de mi amigo el trueno.
Quisiera amanecer abrazado a una flor, o debajo de una verde hoja, despertar corriendo por un delicado arroyo, descender la montaña con gran prisa, precipitarme por las cascadas.
Quisiera anochecer en un lavadero, en esas aguas tranquilas, donde una madre ira a lavar la ropa, donde un niño jugara al barquito.
Ser agua, escurrir por las barbas de un viejo, jugar con la comida que quedo en el plato, y que me duelan los ojos cuando me echen jabón.
Yo quiero ser agua, para que algunos me teman, otros me extrañen, también me disfruten o me menosprecien, ser agua. Ser agua y evaporarme y camino al cielo sonreírle al sol por su trabajo.
Ser agua… y caer nuevamente del cielo como una brisa tranquila…