Podríamos bailar
una letra de tango
bañar en luz de farol
a esa mujer
que ronda
sola en el barrio
y explicarnos
el carajo
de todo su lunfardo.
Podríamos llevarnos
por las calles del alma
mostrarnos
nuestras cartas astrales
desnudar
nuestros sueños.
Podríamos arrugar
nuestros primeros amores
deshilachar
las sombras
cargadas en las espaldas
y hablar
de lo que somos
en
este
preciso
instante.
Ven
te miro
acércate sin armas
mírame sin tacones
que te aumenten
la estatura.
¿Qué somos?
¿Eh?
(Mierda).