Eres lo que no se y que a veces temo,
Como rayo atravesando en mi diestra.
Eres relámpago en esta noche incierta,
Donde en instantes mi mente no piensa.
Mi corazón fluye en zigzag a tu puerta,
Y otras veces se estremece y se frena.
En las noches de esta ciudad ajena,
En el amanecer en que aun la vida da vueltas.
Mi constancia vive de un rayo que penetro mis sentidos,
Una noche que parecíamos dormidos.
Con intuición intensa primicia de esta causa,
Que no se muestra al destino directa su tranza.
Esperanza cálida y a veces extraña,
Que me da paz y a veces tormenta.
Nada pienso en este valle de conciencia,
Algo espero a causa de una respuesta.
Mientras que una fe sostiene mi entereza,
Como fuego dormido de décadas.
Que se enciende despacio en nuestro ser como fuerza,
En el polvo de una era que comienza.