Vano fue demostrarle mi deseo
de un amor ciego, sordo y amoroso,
quería yo llegar a lo grandioso,
mas ella calló al bello sueño, creo.
Mas las hojas volaron y hoy la veo
como una rosa. Eterno amor tortuoso.
Me resigné al silencio de lo hermoso.
Nunca pude llegar. No la poseo.
Un día con sonrisas en los labios
pasó y me pudo ver y renacieron
las ganas de querer amar, salimos.
Tortolos a la vista, cuantos cambios
la vida da sin buscar más, vinieron
besos y en nuestro amor nos escondimos.