Bajo la sombra de los árboles proyectadas por la luna,
entre abrazos, caricias y tiernas palabras,
recuerdos que llegan a nuestras almas,
más allá de donde viene el viento que mueve las ramas.
Noche en la que escucho tu aliento entre la nada,
en el fuego de nuestra pasión que nos abrasa,
tocados por el olvido, a un lado de las orquídeas que rodean del agua,
perdidos entre los reflejos que se imprimen en la ventana.
Almas que están en un idilio, amándose, ensimismadas,
contemplamos el ocaso sentados bajo la luna que soñaba,
noches de mayo, llenas de estrellas que brillan en la nada,
la aurora se aparece sobre el vuelo de las palomas.
Un amor que a nuestras almas va guiando,
siempre caminando junto a mí, a mi lado,
nunca de ti, mi amor me separo,
siempre voy tomado de tu tierna mano.
Vamos hacia nuestro destino, que es el amor,
al que ya, desde hace mucho tiempo hemos llegado,
en todo momento nos estamos amando,
no importa si es aquí o allá, cerca o en un lugar lejano.
Mi niña hermosa que tienes la esencia de la flor,
de rizos dorados, ojos miel, en ellos la luz del sol,
pensando en mí, la noche te encontró,
a ti que le das cuna en tus rizos, en ellos duerme el sol,
todas las noches, mientras nos entregamos al amor.
Almas que se entregan, una a la otra ausentes,
te contemplo cada noche, cada día, continuamente,
tu rostro tan tuyo, tan mío, tan amado, tan diferente,
único, hermoso y sublime, en ti mis pensamientos se pierden.
En ti, la siempre flor de mi vida,
bajo las ramas del ínclito árbol de oliva,
ahí donde se ocultan nuestras almas fugitivas,
donde inicia el viaje hacia nuestra alcoba, donde mi alma cautivas.
Donde se encuentra la paz en nuestros aposentos,
la dicha existe en ellos, en tu belleza, entre las sábanas la tenemos,
un fluir de amor que no cesa, donde vive nuestra esperanza,
en ningún lugar se queda, está con nosotros bajo la luz clara.
Instantes que suceden de manera inesperada,
dentro de la casualidad, de una manera que se ignoraba,
tiempo sin tiempo que plasmamos nuestro amor en poesías,
en los latidos de nuestros corazones llenos de inmenso amor todavía.
“Las rosas pintan nuestro lecho de colores, de versos y románticos vocablos, noches de amor interminables en las que sólo nos amamos, escribimos nuestra historia de amor sin pensarlo, lentamente, entre las noches en las que la ilusión vuelve, pétalos de rosas que se esparcen en nuestra alcoba alegres, mientras te llamo con ternura con mi acento, te nombro entre caricias y besos, haciendo morir al silencio y mientras digo que te amo te nombro, sólo a ti, porque en mi corazón te siento.”