marco augusto

Hija y novia eterna

Muchas veces la observé

levantar el vuelo,

por el amplio azul del cielo,

con una amplia sonrisa en los labios,

sabiendo que descendería.

hoy me he quedado,

como un barco a la deriva,

sin puerto donde anclar,

las tibias miradas mías.

Busco un porque,

se fue tan lejos,

la niña de mis sueños.

Quisiera sol,

brisa,

roció,

nube o estrella,

para tenerte,

 por siempre cerca.

El arco iris de mi vida

se marchó con sus mil colores,

dejándome la vida en grises,

sin matices y sin sabores.

Si una fresca brisa,

roza de pronto tu cara,

ten presente,

hija de mi vida,

que es tu padre,

que te añora.