A todos nos hace falta
El condimento diario debería ser, la reflexión
El sabor que palpe nuestra lengua debería ser, el amor
El sentimiento que engendre nuestro corazón, el perdón
El lecho que aguarda a nuestra alma es la ferviente devoción
La materia que nos calma, es la flexibilidad
La doctrina santa, es amar a todos por igual
Las ganancias son, el buen servicio a los demás
Las luces internas son, el buen pensar hablar y actuar
Mi corazón reboza de alegría, en su recuerdo
Mi mente se calma al tener su nombre, en mi frente
Mi alma se satisface con la devoción, en la meditación
Mi cuerpo se convierte en el carruaje, de las obras del señor
Es de sabios, aprender cada día algo de los demás
Es muy prudente, saber dónde vamos a escampar
Es sustancia nociva, la avaricia que brinca sin parar
Es sublime saber, en nuestro corazón que sembrar
No dejemos que el óxido corompa, nuestra mente
No dejemos que la malicia se adueñe, de nuestro corazón
No dejemos que nos derrumbe la pereza, en pro de la devoción
No dejemos que los ladrones, nos saqueen la mansión
Con perseverancia, podemos llegar a la meta
Con sacrificio, podemos obtener la humildad
Con la devoción, podemos practicar la comunión
Con el perdón, nos elevamos con alas del amor
Con mi amor para todos Linda
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