Que lindo día de playa con mi nieta saltando olas recogiendo
piedras para plasmar nuestros nombres en la arena,
Tantos años ya que no lo hacia quizás porque la niña que fui
estaba adormecida en el tiempo.
Deje de soñar por un tiempo, deje que las miradas dejaran de
ser creadoras de belleza, y mis pies sin ganas de caminar
sobre la arena que tantas veces me acuno pesados como
piedras se pararon en seco.
Hoy la risa de esa niña que lleva mi sangre y que tanto se
parece a si padre hizo que me sintiera niña de nuevo que
saltase las olas cogida de su mano, que por unas horas
olvidara las minucias de esta vida que vuelven oscuras las
horas.
Mi querida Lara, mi nieta linda, alegría de mi madurez, ha
sido un día especial que en verdad necesitaba para darme
cuenta que el tiempo vuela y deja olvidados a esos niños que todos
llevamos dentro.
Hoy fue un día especial, hoy dos niñas saltaron las olas
cogidas de la mano y inmortalizaron con pequeñas piedras de colores sus
nombres en la arena de la playa.