piotr

Amada

Mi querida reina de los mares,

y emperatriz de los navegantes perdidos.

Eres abundante, como el sol que nos saluda,

eres fertil de amor y de sonidos,

refrescas como el agua de montañas,

y en tus ojos no hay olvidos.

 

Tu alma tibia y generosa

es mi pán  y mi aire,

mi oxigeno oxigenado

y mi nitrógeno alado.

 

Eres comno el volantin de septiembre

serpenteaste en mil cielos,

revoloteas en destellos

y saludas desde arriba la ciudad perdida.

 

Amor de mis sueños

y amada de mis despertares.