El día cierra portilla
y se viste de galanura en tela de luciérnagas
el aroma nocturnal avanza lento
como crepúsculo que marchita la flor vivida
arrogante cubres con tu manto
y me regalas el insomnio como castigo,
dame viento que se lleve mi tiempo
con el llegue el alba para que mi sol
abra el botón de la flor
que migra por mi ventana.
Ella me habla y anuncia tu llegada
cada noche le concedes tristeza
aprisiona pistilo sediento de luz,
asi mi noche roba las horas
en que miro al cielo con su danza de luces
me abraza la penumbra
sofoca mi aire, hasta que el sol arrulla mi luna.