¡ay!, prosaico don Tiempo,
constante llena de acontecimientos.
Constancia, perseverancia, disciplina…
será por técnicas elegantes y finas,
¡energía racionalizada!
con tal de conseguir su mirada.
Alinearé mejor los resultados, ésos…
donde un beso conduzca a otro ¡más opulento!
más eficaz, ¡más sabroso en conocimiento!
Sí, programaré cada segundo…
¡Fortaleza! dice doña diligencia
¿en cuál de ellos culpamos al mundo?
Seré concreta y específica
en esa pirámide de objetivos…
será que si crezco ¿su beso consolido?
¡Ey! Parkinson, ¡empollón del tiempo!
¿Será que fijar prioridades,
conducirá a la eficacia?
¡por fin! tengo una base de decisión clara.
Pero ¿cuál sería la cantidad apropiada?
ésa, la planificada, la estructurada;
no sé, ¿será que orden y creatividad…
deberían ir a la par?
¡Ay, ignorante poetisa,
cuán falta de inteligencia emocional!
Goethe, pero algo voy entendiendo…
Caballero de ahogada corbata
¡ni para un beso tiene tiempo!
Corazón, ¡paralízate ya!
Tic-tac, tic-tac…