Carlos Becquer

Cuando habla el orgullo

Furor incontrolable

cada que se nubla la cordura,

llama inextinguible

que me lleva a la locura.


En el oído un murmullo

que me instiga a la venganza,

me enreda en su telaraña

y me empieza a ofuscar.

Finalmente habló el orgullo

y con una falsa esperanza,

enrumbado en tremenda hazaña,

busco esta sed saciar.


Con estupendos manjares tienta

y sin sin darme cuenta

yo mismo el corazón le abro

¡Astuto don Diablo!


Brota de mí tanta crueldad

que daños a terceros ocasiono,

cegado por la maldad

ni siquiera reflexiono.


Es este miserable rencor

el que me hace perder la razón,

el que domina mi corazón

y aleja de mí el amor.


Con estupendos manjares tienta

y sin darme cuenta

yo mismo el corazón el abro

¡Astuto don Diablo!