Diaz Valero Alejandro José

Amor tardío

Estaba sentada en el frente

cuando yo pasaba cada mañana,

siempre me miraba tan sonriente

y yo correspondía a sus miradas.

Era una vecina respetada

que siempre se daba su lugar

ella ansiaba verme pasar

cuando salía a cumplir con mi jornada.

Siempre allí, parada en la ventana

me sacaba alguna conversación

y por respeto y educación

a pesar de mi premura, dialogaba…

Hasta que un día ya cansada

de tanto mirarme pasar

se armó de valor y pudo hablar

para darme de su amor la declarada;

me dijo así como apenada

como quisiera tener tus veinte

con esa juventud que se evidencia

pero ya vez hoy tristemente

tengo ya pasados mis setenta,

y el amor para mi es cosa de broma

pues me he quedado solterona

porque siempre esperé alguien así;

para  amarlo con pasión y frenesí...

El amor conmigo fue cobarde

pues te he conocido demasiado tarde;

pero el sólo verte me hace feliz.

Y yo un poco asustado y temeroso

sentí compasión por esa dama

y le dije: Vecina, hasta mañana

la dejo pues mi horario es a las ocho.

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