fabian alirio astudillo gil

Amarte

Amarte es para mi vivir, sentirte

saborear cada mañana no ser espíritu

caminar en la eternidad del tiempo

buscar tus ojos y atrapar tu mirada

cuando elevas tus ojos a Dios

Amarte es para mí morir, ser tuyo

saber que un día me iré, te iras

y el amor que nació se quedara

Solo amándote puedo existir

en las soledades nutridas del jardín

en los rincones benditos donde te adoro

en las auroras en los crepúsculos

en las almas errantes, tibias, amorosas

Me das vida y me la quitas

al arrullo del mar embravecido

en la cercanía de la lluvia torrencial

en la inmensa soledad del emigrante

en el hambre de millones que aún no mueren...

Mi alma enamorada muere de amor

amor que no encontró su nido

de rotas alas remontando el vuelo

suspiros que al corazón hieren

Muere más no el amor

este amor que alucinado espera

nutrir desesperado anhelo

de saberte, en la mañana y el ocaso

Los amores que de verdad perduran

son benditos, divinos, eternos, terrenos

de esos amores donde Dios reposa

la humildad y la sencillez son su cuna

amores que solo nacen en un establo

san José y la virgen, la mula y el buey

fueron los que vieron al niño nacer.