No dejo de pensar en ti,
en tus labios, en tu imagen.
Cierro los ojos y vuelvo a mirarte.
Quiero y no quiero verte.
Y mi cuerpo pide tus brazos
porque empieza a extrañar
ese calor tan especial
que siento en tus abrazos.
Tus labios, ay, esos labios.
quiero sentirlos,
quiero saciarme de tus besos
pero no quiero dejarte nunca
porque vuelvo a necesitarte siempre.
Y te imagino, desnudo,
asido a mi cuerpo, sin decir nada,
comunicándose nuestras almas,
quiero besarte la piel,
lamerte, despacio y suave,
amarte tanto hasta llegar al punto
en que te odie
y poder de ti desprenderme
en todo sentido,
olvidar tu nombre,
que tu olvides mi nombre,
pero se me hace imposible
dejar tu boca, tu voz,
tus ojos grandes y redondos.
Me gusta extrañarte
y sonreír a la nada como una boba.
Escucharte en el ambiente mientras callas.
sentirme dueña de tu cuerpo ajeno