Amor, cuando falle la luz del buró,
cuando el sol te madrugue las entrañas,
cuando sean fiebre y mala-saña,
cuando se repita la cura del dolor.
Cuando vivan de muerte los féretros,
y sude tinta china la piel de mi pueblo,
cuando fumes y bebas el llanto del ciervo,
cuando por fin culmine el siglo que se acaba.
Cuando los besos sean lagañas en la boca,
cuando los corazones estallen a flor de piel,
cuando Cristo sobreviva la verdad de su mujer,
y el diablo se drogue en el mar del maná de los conformes.
Por fin amor, no duelo ni padezco eso que llamas,
que finges, que colisionas, que clonas y que olvidas.
Cuando sean de agua viva, tus lágrimas reptiles,
cuando el dolor se anime a no sentir nunca más.
Entonces amor, basta de radioterribles pasados.
Cuando esto ha terminado, cuando no se sabe cumplir,
yo que quise esculpir, ahora me veo moldeado...
a tu ayuno solapado, a tu triste final feliz.
Blas Roa