El silencio recorre mi habitación,
tu voz perdida escapa en la oscuridad.
Ya no queda nada...
si hasta tu rostro que había dibujado en la pared
el viento del olvido lo borró.
La calavera de este gran amor ronda las noches turbias
desde que te has ido, mujer.
Una rosa seca que nunca te llegó,
alegra esta mezquina noche.
Todo huele a nada,
silencio, tristeza, melancolía...
Recorro el pasado buscándote y así poder recordar tu sonrisa.
Recorro el ayer y te encuentro allí,
radiante como una luna llena, pero,
nuevamente la realidad me sacude, y
lo radiante y rozagante de tu imagen
se vuelve sombras...
Qué nos ha pasado, mujer?
dónde ha quedado ese juramento de amor eterno,
y los besos que inventamos,
nuestros silencios llenos de amor,
de miradas eternas.
Todo se ha ido contigo, mujer...
tus recuerdos, las fantasías y los sueños.
todo se ha ido.
Quisiera volar hasta tí,
llegar en la oscuridad y secuestrarte una mirada,
quisiera posarme en tu sueño y volverte a jurar lo que una tarde.
Tantas cosas quisiera, mujer...
en este mustio silencio..
pero nada queda de vos aquí;
tan solo tu vos callada.