Tiempo atrás en noches frías la pluma inspirada por mi corazón se apago por tristes huellas que por aquellos días se tatuaban en mis pasos y cambiarían el rumbo de mi vida oh triste huella hueles a melancolía, a rencor y a manos vacías
Aun un poco mas atrás mi corazón cándido y puro, cual rocio que cae sobre los primeros brotes de la primavera, entonaba dulces versos, se regocijaba de alegría pero el manto de una neblina negra lo cubría, tan negra como una tormenta en una noche sin luna que furibunda y mal herida rebosa las aguas de un robusto mar, tan negra como las lagrimas de un alma en pena que solloza y gime la perdida de su eterno amado, así o talvez peor yo me veía
Oh dulce y tierna perdida, tan perdida como tus pasos, aunque dios estaba ahí tu no le veías, Oh cual torpe e injusta que no le sentías
Tropezaste y fue el golpe que te destrozaría, perdiste todo aquello que si algo fuese tuyo solo eso lo seria, te cegaste y fuiste presa de tu propia rebeldía
Navegaste, naufragaste y sumergirte mas querías, fuiste vana, fuiste necia en aquel juego que perdías…
y desde entonces se escucha la historia:
"Erase una vez una tierna princesa
De cuyas manos brotaba dulce poesía
Hoy solo vociferan amargas palabras
Con un toque de melancolía
Cuanto extraño aquellos días
En que de vez en cuando había algo de alegría
Cuando sentimientos profundos se apoderaron del alma mía
Hoy solo corren sensaciones vacías
Si me preguntaran si es acaso la vida la que nos da el amor
Seguramente yo respondería que el amor es la fuente de la vida"…