MIRIAM RINCON U.

TUS OJOS.

Cuando te estoy mirando

ya no veo más nada.

Me reflejo en tus ojos

tu en los míos te ves.

Hurgo  tus pensamientos

tu abres mis aposentos

que cerrados estaban,

y al tú llegar se abrieron

 como flores hermosas

al tocarlas la luz.

Esos reflejos dulces

los reflejos del alma

que de pronto se escapan

buscando algún refugio,

donde fijar su tienda

y jamás levantarla.

Son tus ojos mi vida

clavados en los míos,

con clavos que no hieren

porque son clavos dulces,

como dulces de niños

que inocentes comparten.

Dicen cuanto te amo

y cuánto me amas tú,

comunican al mundo

lo grande de este amor,

no dejan duda alguna

sobre este sentimiento,

que enlaza para siempre

la vida de los dos.

 

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