Lejos, muy lejos,
allá donde la realidad
surge como tormenta,
quiero despertar llorando,
por las tristezas que se esparcen
por el televisor que envenena
la creatividad del hombre,
es la cosa que no tiene esencia,
es la cosa que carece de ideales,
y que hace que la vida pase
a manera cómo pasa el viento,
sin huella, ni dolor que dure,
pero el ambiente ahoga y tortura,
es como un clavo punzante,
son pesadillas con espinas,
y es la realidad que enmudece,
envilece y denigra al ser humano,
por eso prefiero mi fantasía,
que seguir con las ondas
del televisor enano.