Cae la noche
una noche sórdida
sin luz alguna
sin lumbre que nos guie.
La tierra tiembla
y cada cimiento
cada corazón,
se estremece.
Los hogares se desmoronan
aplastan, estrujan los cuerpos
entre gritos, alaridos
las vidas se pierden.
Cada ser, cada alma
lucha por sobrevivir,
muchos mueren
pocos viven.
De pronto todo acaba,
y el silencio se apodera
del hálito del hombre,
de pronto, llantos a lo lejos, llantos de vida…
Pues a pesar del temor
el miedo a la muerte,
a que el mundo caiga en pedazos,
el corazón humano seguirá latiendo fuerte.