Cada vez que estás cerca y que te beso,
Cada vez que te añoro a la distancia,
con esta fiebre que me incendia el cuerpo,
con la locura que me quema el alma...
Cada vez que las rutas del deseo,
recorro al aspirar de tu fragancia;
Cada vez que al tocarte se abre el cielo,
al rozarme la piel, tu piel dorada...
Cada vez que me acechan los recuerdos,
del instante feliz de tu llegada,
haciendo que las nieves de mi invierno,
al sentir tu calor se vuelvan llamas...
Cada vez que apareces en mis sueños,
abriendo un horizonte a mi esperanza,
Cada vez que al jurarte que te quiero,
te entrego el corazón en dos palabras...
Te digo que en tus ojos estoy preso,
encadenado al sol de tu mirada,
que no se respirar si no te veo,
y que no se vivir si no me amas...
Te estoy diciendo a gritos, que me muero,
si tu luz no ilumina mis mañanas,
y en mi noche no brillan tus luceros...
Porque si no soy tuyo, no soy nada...