Rafael Merida Cruz-Lascano

II. -Divina InspiraciĆ³n Espiritual

 

II “Tú, ya eras mi destino”
 
Mi llama del amor, que escondido
en el pabilo de mis suspiros,
que junta a seres predestinados,
hasta que nacemos , de un latido.
 
Grande fue mi dicha al conocerte,
mi pecho feliz acobijaba
al cupido loco que esperaba,
flechar sagaz al sol , solo al verte.
 
Con  dulce amor, enzarcé un rosario,
Amparito, eres tú, melodía
 que con tu nombre forma un santuario.
 
Feliz realidad o fantasía:
Cómo esa mujer es mi sagrario…
¡antes de mirarla ... la quería!

Rafael Mérida Cruz-Lascano