El Señor me llama para ser su discípulo.
Con gozo le sigo y entrego todo,
Viviendo debajo de su gracia.
Libre yo soy de este cuerpo pecaminoso!
Su sangre limpia mi corazón,
Siempre Renovado por su Espirítu.
Las tinieblas ya no tiene dominio
Porque creo totalmente en JesuCristo
Quién me santifica con su palabra.
Gracias a Dios por su salvación!
Hoy mi vida es llena de alegría,
Alabando mi Señor día y noche.